miércoles, 9 de julio de 2008

¿SE PUEDE SALIR DE LAS DROGAS?




Yo, sinceramente, no lo se... ¿y tú?...

Voy a exponer un caso real, de un a amiga mía muy querida por mi. Intentaré ser lo más óbjetiva posible, dentro de la capacidad de amistad que me une a ella.

La típica respuesta del consumidor:

Yo controlo...
Sólo es esporádico...
No hay problema...
etc... Un sin fin de respuestas excusantes, para una lacra en la sociedad áctual, un demonio llamado: COCAINA.

Pero para empezar hablar del caso, empezemos entendiendo que es la COCAINA, és una droga estimulante del sistema nervioso central, principalmente afecta al sistema dopaminérgico.
No és una droga nueva hace más de 100 años que existe, las hojas de la coca se han usado durante milenios como hierbas medicinales y para elaborar infusiones.

Mi amiga, llamemosla Luz, se casó hace unos meses, después de años de convivencia y tres hijos en común.
Su marido, le llamaremos Jaime, del cual aún está enamorada, la tenía bien engañada desde que se conocieron, adicto a la COCA, núnca tuvo el valor de ser SINCERO, VALIENTE, y no dejarse embaucar por la NOVIA más CRUEL, MALVADA y DESPIADADA que la sociedad pueda encontrar, aquella que te ENGAÑA, te ARREBATA todo lo que conoces, amistades, familia, controla tu vida y cuando se ha cansado de ti, cuando ya no le sirves para nada te abandona sin más pena que alma.

Y...yo me pregunto:
¿Que ocurre con las familias?...Esas víctimas silenciosas, inocentes, esos daños colaterales, a los cuales se les ha vulnerado su derecho de decisión libre. ¿Son los grandes olvidados de la sociedad?.

A los cocainomanos, adictos, enfermos, llamemosles como queramos, para ellos si hay programas de desistoxicación , (saca dineros, psicólogos, vendedores de la ilusión de ser un día libre, etc...). ¿Realmente nos importan?... A la sociedad nos importa un carajo mueran, vivan, o bailen, esta de moda, queda muy bien, ser voluntario, ayudar a esos pobres desgraciados, cuando realmente nos importan bien poco y rezamos para que no nos ocurra jamas una desgracia así en nuestra familía, eso es lo que realmente pensamos todos , aunque no lo reconozcamos por temor a ser tachados de insolidarios o cualquier otra tonteria, cuando realmente somos unos hipócritas, y eso nos diferéncia del resto de los animales.

Volvamos al caso; Luz tiene un sexto sentido para las cosas, mujer integra, hecha asi misma, trabajadora, buena madre y esposa, quien la había de decir a ella que una droga , que temía tanto que sus hijos cayeran lo tenía en su marido, causandola un terrible dolor moral, y un daño casi irreparable económico.

Un impacto así te deja marcada de por vida, se tiene que ser muy fuerte Psicológicamente para no hundirte, y sobre todo que las pocas personas que realmente conocen el caso no te juzgen, te apoyen moralmente, te den amor y cariño, te entiendan.

La vida es una gran maestra que cada día nos da una lección, hay que ser aplicados y aprender de ella, ya que solo se nos explican una vez, y es ahí cuando tenemos que ser universales, en casos como este demostrar a la maestra que somos superiores y que nuestra capacidad de ser es única.

Seguire más adelante

1 comentario:

Jordi dijo...

Lamento la situación de tu engañada amiga Luz, pero desgraciadamente la honradez no está al orden del día en esta sociedad un tanto deteriodada...

Conozco la situación, tengo un conocido en algo parecido y si, es muy duro para la familia, la pareja, los hijos, el tener de mantener apariencias, el sufrir el engaño de la persona amada, que reconoce tarde su grave error, sin poder apenas reaccionar para deshacer el entuerto.

LA persona drogadicta obliga a todo su entorno a ayudar, a asumir su problema, y a sufrir sin haberlo elegido, por la puta droga, por no ser capaz de decir que no, por tener falta de personalidad y creer que haciendo lo mismo que ha hecho el desgraciado que se la ha ofrecido será más feliz, más divertido, mejor individuo..

Mentira, cuando algunos dicen que ayudan por devoción, por que pobres los drogadictos, a la mierda con ellos, ellos se han metido en ese asunto, que lo reconozcan primero y pidan ayuda, pero creo que quien primero merece la ayuda de la sociedad es la familia, la pareja, los hijos...
Mucho podemos hablar de este asunto, pero uno no tiene paciencia para compadecer a esos desgraciados, que además se creen víctimas... nosotros somos las víctimas... no ellos... ellos, además disfrutan del chute....

Lo siento señorita por mi lenguaje, por mi mala leche al escribir, pero es mi opinión, le deseo suerte a su amiga, y le recomiendo que se apoye en sus amigos, y en su familia, que haciendo piña no se hace más fuerte y puede afrontar mejor estos casos. SUERTE.